domingo, 26 de agosto de 2007

La vejez



El día que esté viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme. Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como atarme los zapatos, recuerda las horas que pasé enseñandote a hacer las mismas cosas.

Si cuando converses conmigo , repito y repito las mismas palabaras q sabes de sobra como terminan, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño, para que te durmieras, tuve q contarte miles de veces el mismo cuento.... hasta que cerrabas los ojitos.

Cuando estemos reunidos y sin querer hagas mis necesidades no te avergüenzes y comprende q no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. Piensa cuantas veces cuando niño te ayude y estuve a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.

No me reproches pq no quiera bañarme, no me regañes por ello. Recuerda los momentos q te perseguí y los mil pretextos que te inventaba para hacerte mas agradable tu asep. Aceptame y perdoname. Yo soy el niño ahora.

Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnologicas que ya no podre entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona. Acuerdate que yo fui quien te enseño muchas cosas que antes te asombraban: comer, vestirte y tu educación para enfrentar la vida tan bien como lo haces, son producto de mi esfuerzo, amor y perseverancia por ti.

Cuando en algún tiempo mientras conversemos me llegue a olvidar de qué estamos hablando , dame todo el tiempo que sea necesario hasta q yo recuerde, y si no pueod hacerlo no te burles de mí; tal vez no era importante lo que hablaba y me conforme con que me escuches en ese momento.

Si alguna vez ya no quiero comer, no me insistas. sé cuanto puedo y cuánto no debo. También comprende que con el tiempo ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir. cuando me fallen mis piernas por estar cansadas`para andar , dame tu mano tierna para apoyarme como lo hice yo contigo cuando comenzaste a caminar con tu aún débiles piernitas.

Por último, cuando algún día me oigas decir que ya no quiero vivir y sólo quiero morir, no te enfades. algún día entenderas que esto no tiene que ver con tu cariño o cuánto te ame. Trata de comprender que ya no vivo sino que sobrevivo..... y eso no es vivir.

Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has sabido recorrer. Piensa entonces que con el paso que me adelanto a dar estaré construyendo para ti otra ruta en otro tiempo..... pero siempre contigo!!

No te sientas triste o impotente por verme como me veas. Dame tu corazón, compréndeme y apoyame como lo hice cuando empezaste a vivir.

De la misma manera como te he acompañado en tu sendero, te ruego me acompañes al terminar el mío.

Dame amor y paciencia, que te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti.

Tu madre................. Tu padre

No hay comentarios: